Escrito a comienzos de la década de 1990, cuando el gobierno de Raúl Alfonsín había concluido y era posible una reflexión más distanciada, es un auténtico clásico que aún tiene mucho para decir sobre los alcances de la justicia retroactiva y sus aristas morales, políticas y estrictamente jurídicas. Así, luego de trazar un panorama de los intentos de tratar el mal radical durante el siglo XX (desde los juicios de Nuremberg tras la Segunda Guerra Mundial hasta la situación en Europa oriental tras el colapso de los regímenes comunistas), Nino se concentra en el caso argentino, evaluando los éxitos y fracasos de la política llevada a cabo por el gobierno de Alfonsín. Y desmenuza los varios dilemas que entraña la justicia retroactiva: ¿cómo entender la responsabilidad de quienes planearon los hechos y de quienes los ejecutaron, de quienes prestaron recursos materiales o de quienes cooperaron por omisión? ¿Una excesiva preocupación por el pasado puede debilitar el proceso de democratización o, por el contrario, fortalecer sus valores? ¿Cuál es el rol de los tribunales internacionales?"