La gestión de Raúl Alfonsín finalizó seis meses antes que su mandato constitucional, en medio de una aguda crisis social. Su prestigio personal había decrecido y su gobierno finalmente naufragó dando la sensación de que el Estado había perdido su autoridad sobre la sociedad. Acuña intenta descubrir las razones que explican este fracaso, inconcebible para los argentinos que pocos años antes habían elegido a Alfonsín para conducir sus destinos, pero tangible realidad para estos mismos ciudadanos que poco tiempo más tarde se transformarían en testigos y protagonistas de los hechos de 1989 y que pusieron al país al borde de la anarquía. A lo largo de sus páginas, el autor demuestra que los permanentes intentos de concertación y los pactos que se realizaron con las corporaciones económicas, lejos de favorecer la transformación de la sociedad argentina y el fortalecimiento de un sistema político abierto y pluralista, le quitaron fuerzas al Estado, confundieron a los actores y estimularon conductas egoístas que atentaron contra la estabilidad económica e institucional del país. Esta fuerte e incisiva tesis, que gira fundamentalmente alrededor del conocido y criticado pacto que el gobierno realizó con un sector del sindicalismo peronista conocido como el Grupo de los 15, seguramente generará polémicas y dará lugar a enriquecedoras discusiones sobre lo ocurrido durante este importante período de la historia reciente de la Argentina."